LA SOPLADORA DE HOJAS

LA SOPLADORA DE HOJAS, escribe el escritor y profesor Santiago Sastre en el prólogo, es un divertido (y profundo) libro de cuentos. El cuerpo de estas historias está sacado de la cruda realidad, aunque luego la autora lo pone en la harina y en el huevo de lo literario, con el fin de expresar emociones y sobre todo provocarlas. Este es el objetivo de la literatura: afectar al pálpito o a la mirada del lector.

En estos cuarenta cuentos desfilan personajes de carne y hueso que van cargados con la mochila de sus problemas personales. Se pone el acento en las personas que ocupan una posición débil en la sociedad, como los niños y los ancianos. El pluralismo forma parte del código genético de nuestras sociedades multiculturales y ello se debe sobre todo al flujo de emigrantes e inmigrantes, que facilita la mezcolanza de las culturas. Los extranjeros, que se enfrentan a una realidad muy distinta a la de sus países de origen, también se encuentran muchas veces en esa posición débil.